El Valencia: gloria, secuestro y resistencia

Hubo un tiempo en que el Valencia CF caminaba entre gigantes. Finalista de la Champions en 2000 y 2001, campeón de Liga en 2002 y 2004 , conquistador de la Copa de la UEFA y de la Supercopa de Europa . Era el club que incomodaba a los poderosos, que se colaba en sus fiestas y terminaba bailando en la tarima principal. Mestalla rugía con la seguridad de saberse grande. El murciélago no volaba bajo: planeaba sobre Europa con una elegancia que parecía eterna. Hoy, dos décadas después, esa memoria choca con una realidad incómoda. El Valencia ya no es temido ni respetado como antes. No pelea por títulos, apenas sobrevive en la mediocridad de media tabla. Su símbolo más cruel no está en la clasificación, sino en esa masa de cemento llamada Nuevo Mestalla , parada desde hace más de una década. Una ruina moderna que representa lo que el club ha sido en los últimos años: promesas incumplidas, proyectos fantasma y decepción. Y en el centro de esta tragedia aparece un nombre propio: Pete...